La infidelidad virtual, es decir, cuando una persona mantiene una relación emocional o sexual de manera online con alguien fuera de su pareja, aunque no implique contacto físico, puede tener efectos muy significativos tanto en la persona que la comete como en la persona que la sufre. Como si fuera una infidelidad «tradicional», la infidelidad virtual genera un impacto profundo en las emociones, la confianza y la relación en general. Los efectos de la infidelidad virtual se pueden entender desde varias perspectivas psicológicas: emocionales, cognitivas, conductuales y relacionales.

1. Impacto emocional en la persona traicionada

Cuando una persona descubre que su pareja ha tenido una infidelidad virtual, los efectos emocionales son inmediatos. Aunque no haya habido contacto físico, la traición se percibe como un daño profundo, similar a una infidelidad tradicional. Las emociones más comunes son:

• Desconfianza: La confianza en la pareja se ve gravemente afectada. La persona traicionada comienza a cuestionar todo en la relación, incluso las interacciones cotidianas más simples.

• Celos y envidia: Aunque no haya habido contacto físico, el vínculo emocional o sexual que la pareja haya creado con otra persona puede despertar celos intensos. La persona engañada se siente desplazada o menospreciada.

• Tristeza y depresión: Experimentar la infidelidad, incluso virtual, puede llevar a una sensación de pérdida y tristeza. La persona afectada puede sentirse insegura sobre su valor o capacidad de ser amada.

• Ansiedad: El miedo a perder a la pareja o a la constante incertidumbre sobre el futuro de la relación puede generar ansiedad.

2. Impacto emocional en quien comete la infidelidad

La persona que comete la infidelidad virtual también experimenta una serie de emociones complejas:

• Culpa: Si la persona es consciente de que está haciendo algo que va en contra de los valores de la relación, puede sentir una intensa culpa. Este sentimiento puede llevar a la angustia o a la evitación de afrontar las consecuencias de sus acciones.

• Justificación: Algunas personas intentan racionalizar su comportamiento, buscando justificar la infidelidad virtual como una forma de «escape» o de obtener algo que sienten que falta en su relación real. Esto puede implicar minimizar el daño o convencerse de que lo que hicieron no fue tan grave.

• Confusión: La infidelidad virtual puede generar confusión, ya que a menudo no hay un marco claro sobre si es «más grave» o «menos grave» que una infidelidad física. La persona puede sentir que lo que ocurrió no tiene la misma gravedad, pero a medida que avanzan los efectos, se va dando cuenta de la profundidad emocional que genera.

3. Efectos cognitivos en la persona traicionada

Las creencias y pensamientos de la persona engañada se ven alterados, lo que puede generar una serie de distorsiones cognitivas.

• Idealización de la pareja traidora: La persona engañada puede caer en la trampa de pensar que la relación virtual que tiene la pareja es «mejor» o «más significativa» que la relación real, lo cual puede acentuar la sensación de insuficiencia.

• Rumiado: La persona afectada tiende a darle vueltas constantemente al incidente. Se hace preguntas como: «¿Por qué lo hizo?», «¿Qué le faltaba a nuestra relación?», lo que puede llevar a una obsesión por los detalles.

• Dificultad para encontrar un cierre: Las dudas y pensamientos constantes sobre la infidelidad virtual dificultan el proceso de perdón o sanación.

4. Impacto  en la persona traicionada

Los efectos de la infidelidad virtual pueden llevar a cambios conductuales importantes. Algunas personas reaccionan de maneras como:

• Vigilancia excesiva: Puede haber un impulso a espiar la actividad de la pareja en redes sociales o en plataformas de mensajería, buscando señales de más engaños.

• Evitar la interacción con la pareja: Después de descubrir la infidelidad, la persona traicionada puede alejarse emocionalmente, sentirse incapaz de mantener una conversación fluida o tener relaciones afectivas normales con la pareja.

• Comportamientos de control: A veces, la persona engañada puede intentar controlar el comportamiento de la pareja, pidiéndole que se desconecte de ciertas plataformas o que elimine a las personas con las que tuvo la infidelidad.

5. Impacto en la relación

La relación en sí misma se ve profundamente afectada. Los vínculos emocionales entre las dos personas se tensan de manera significativa, y puede ocurrir alguno de los siguientes efectos:

• Disminución de la intimidad: La confianza, que es esencial para la intimidad emocional y física, se ve severamente dañada. La pareja puede sentirse distante, con miedo a vulnerarse o temer que los secretos persistan.

• Desconfianza en la comunicación: Los problemas de comunicación surgen, porque uno de los dos puede estar ocultando detalles o evitando enfrentar la situación de manera abierta.

• Tensión constante: Incluso si se intenta continuar con la relación, puede haber una tensión persistente, especialmente si no se abordan los temas de fondo (como la falta de comunicación, insatisfacción emocional o sexual que llevó a la infidelidad).

6. La despersonalización de la infidelidad virtual

Una característica importante de la infidelidad virtual es que, al no haber contacto físico, se puede generar una sensación de «despersonalización». La conexión emocional online no requiere la proximidad física, lo que puede hacer que las personas involucradas se vean menos responsables de los efectos de sus acciones. Sin embargo, esta desconexión del «mundo real» puede hacer que la relación virtual se vea como menos grave o más «aceptable», lo cual no es cierto en términos emocionales.

7. La infidelidad virtual y el impacto en la identidad

Algunas personas pueden verse atrapadas en una crisis de identidad después de ser traicionadas virtualmente. La confusión entre lo que es real y lo que no lo es, puede generar problemas de autopercepción, cuestionando el valor que uno mismo tiene dentro de una relación, especialmente si se siente que la pareja encontró algo en otro «lugar» que falta en la relación actual.