Terapia de pareja en Piura

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La terapia de pareja es un espacio terapéutico diseñado para ayudar a las parejas a resolver conflictos, mejorar su comunicación y fortalecer su relación. En este tipo de terapia, los problemas de la relación se abordan desde un enfoque profesional, con el objetivo de crear un ambiente de comprensión, empatía y solución de problemas. A continuación, te explico algunos de los casos más comunes que se tratan en la terapia de pareja, con ejemplos detallados:

  1. Problemas de Comunicación

Uno de los problemas más frecuentes en las parejas es la falta de una comunicación efectiva. La mala comunicación puede llevar a malentendidos, resentimientos y, en última instancia, al distanciamiento emocional.

Ejemplo: Imagina que en una pareja uno de los miembros está constantemente buscando hablar sobre sus sentimientos, pero el otro tiende a evitar la conversación o se frustra rápidamente, lo que lleva a la otra persona a sentirse ignorada o incomprendida. Con el tiempo, esto puede generar un ciclo de distanciamiento emocional.

En terapia: El terapeuta puede trabajar en técnicas de comunicación asertiva, enseñando a los miembros de la pareja a expresar sus pensamientos y emociones de manera clara, respetuosa y sin agresividad. También pueden aprender a escuchar activamente, lo que implica prestar atención completa, sin interrumpir, y reflexionar sobre lo que la otra persona está diciendo.

  1. Infidelidad

La infidelidad es uno de los motivos más dolorosos por los cuales las parejas buscan terapia. La traición puede destruir la confianza, lo que hace que sea muy difícil reconstruir la relación.

Ejemplo: Uno de los miembros de la pareja ha tenido una aventura emocional o física con otra persona, y el otro se siente profundamente herido y traicionado. A menudo, la parte infiel se siente culpable, pero también puede haber razones subyacentes, como la insatisfacción emocional o la falta de comunicación en la relación.

En terapia: El terapeuta puede ayudar a ambos miembros de la pareja a explorar las razones detrás de la infidelidad, trabajar en la reconstrucción de la confianza y ofrecer estrategias para perdonar o decidir si es mejor seguir adelante. Este proceso puede incluir la confrontación de las emociones de dolor, ira y culpa, así como la identificación de los patrones de relación que contribuyeron a la infidelidad.

  1. Dificultades en la Intimidad Física

Algunas parejas enfrentan problemas en el aspecto físico de su relación, como la falta de deseo sexual, disfunción sexual o una desconexión emocional que afecta la intimidad física.

Ejemplo: Una pareja que, después de varios años de relación, experimenta una disminución en la intimidad física. Uno de los miembros se siente frustrado y rechazado, mientras que el otro puede sentirse avergonzado o distante. Esta desconexión física puede generar sentimientos de inseguridad y afectar la relación en general.

En terapia: El terapeuta puede ayudar a la pareja a explorar las causas subyacentes de la falta de intimidad, como el estrés, la fatiga, la ansiedad o las expectativas poco realistas. Además, pueden trabajar juntos para restablecer la conexión emocional y física a través de actividades que fomenten la cercanía, la comunicación abierta sobre las necesidades y deseos, y la creación de un ambiente de confianza.

  1. Conflictos Financieros

El manejo del dinero es una causa común de estrés en las relaciones. Las diferencias en la forma en que cada miembro de la pareja maneja las finanzas pueden generar tensiones.

Ejemplo: Una pareja puede tener desacuerdos sobre el gasto de dinero. Uno de los miembros puede ser muy ahorrador, mientras que el otro tiende a gastar sin control. Esto puede llevar a discusiones constantes sobre el presupuesto familiar y el manejo de las finanzas.

En terapia: El terapeuta puede ayudar a la pareja a comprender los puntos de vista de cada uno en relación con el dinero, explorar cómo las creencias y los antecedentes familiares influyen en el manejo de las finanzas y establecer un plan común para el manejo del dinero. Además, se pueden practicar habilidades de negociación y compromiso, para que ambos miembros lleguen a acuerdos que funcionen para los dos.

  1. Problemas de Crianza de los Hijos

Cuando una pareja tiene hijos, las diferencias en la forma de criar y disciplinar pueden generar conflictos. Estos desacuerdos pueden afectar negativamente la relación.

Ejemplo: Uno de los miembros de la pareja puede ser más estricto con los hijos, mientras que el otro es más permisivo. Esto puede crear un ambiente de confusión en los niños y, al mismo tiempo, generar tensión entre los padres.

En terapia: El terapeuta puede ayudar a la pareja a llegar a un consenso sobre las reglas y expectativas para la crianza de los hijos. También se les puede enseñar cómo manejar las diferencias de manera respetuosa y colaborativa, de modo que ambos se sientan apoyados en su papel de padres y que la relación no se vea afectada por estas diferencias.

  1. Crisis de Identidad o Crecimiento Personal

Las personas cambian a lo largo de la vida, y a veces, uno o ambos miembros de una pareja experimentan cambios significativos en su identidad, metas o valores. Esto puede generar una desconexión en la relación.

Ejemplo: Después de un cambio importante, como la carrera profesional o una transición personal, uno de los miembros de la pareja puede sentir que ha cambiado, pero no sabe cómo comunicar esto a su compañero/a. Esto puede llevar a una sensación de alienación.

En terapia: El terapeuta puede ayudar a la pareja a entender que el crecimiento personal es natural y puede ser positivo para la relación, siempre y cuando haya comunicación y apoyo mutuo. Se pueden explorar las diferencias y cómo pueden seguir creciendo juntos, manteniendo una conexión emocional y un sentido de equipo.

  1. Pérdida de Confianza o Resentimiento

El resentimiento puede acumularse en una relación cuando los problemas no se abordan de manera efectiva. Con el tiempo, esto puede erosionar la confianza y la conexión entre los miembros de la pareja.

Ejemplo: Uno de los miembros de la pareja siente que ha estado haciendo más que el otro en cuanto a las responsabilidades del hogar o la crianza de los hijos, y esto genera resentimiento. Sin embargo, nunca se discuten estas emociones abiertamente, lo que lleva a un distanciamiento.

En terapia: El terapeuta puede ayudar a la pareja a identificar los patrones de resentimiento y a hablar abiertamente sobre las expectativas y responsabilidades. Se pueden establecer estrategias para equilibrar las cargas y garantizar que ambos miembros se sientan escuchados y valorados.

  1. Diferencias de Valores o Creencias

Las diferencias en los valores, creencias o tradiciones culturales pueden crear tensiones en una pareja, especialmente si no se discuten abiertamente.

Ejemplo: Uno de los miembros de la pareja puede tener una creencia religiosa fuerte, mientras que el otro no comparte esas creencias. Esto puede generar conflictos en cómo criar a los hijos o cómo pasar las festividades, entre otros aspectos.

En terapia: El terapeuta puede ayudar a la pareja a explorar cómo estas diferencias impactan su relación y ayudar a encontrar formas de respetar las creencias del otro, mientras se trabaja en acuerdos comunes. Se puede ayudar a la pareja a enfocarse en lo que tienen en común y a respetar las diferencias, sin que esto cause rupturas.

En resumen:

La terapia de pareja es un espacio de reflexión y trabajo conjunto que permite a las parejas abordar y resolver los conflictos que pueden afectar su bienestar emocional, físico y mental. El terapeuta, como facilitador neutral, ofrece herramientas para mejorar la comunicación, resolver conflictos y restaurar el vínculo entre los miembros de la pareja, trabajando de manera profunda y personalizada en las áreas que necesitan más atención.